lunes, 24 de mayo de 2010

¿POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE BREL HABÍA VUELTO?

















¿Por qué no me dijiste, querido Fernández, que Brel había vuelto? He tenido que enterarme por mi cuenta y ahora que sé que existe reencarnado, qué ironía, está a punto de volver a irse.
Evidentemente, lo que escribo es una exageración, porque Jacques Brel sólo hubo uno y ahora debe estar en el Tahití de los poetas fumadores. Quizá sea allí donde se encuentre con este otro poeta fumador y bebedor al que, por casualidad, he dscubierto este fin de semana, cuando la cirrosis y el cáncer están a punto de llevárselo también.
Fue a última hora del viernes. Estaba buscando música de Louis Chedid -no sé si en iTunes o en Spotify- cuando, no sé como, me tope con un disco en homenaje a Allain Leprest "Chez Leprest". Un disco, luego comprobé que ha tenido una segunda entrega, en el que cerca de una treintena de los grandes de la canción en francés, desde Adamo a Sanseverino, pasando por Hervé Vilard u Olivia Ruiz, repasan del modo más desnudo y hermoso posible, apenas con un piano, el cancionero de este, para mí hasta ayer, gran desconocido, aunque ya se ha hecho ya con un sitio de honor entre mi música preferida, porque qué se puede decir ante, por ejemplo, esta hermosa evocación de un domingo lluvioso en Normandia.



Casualidades de la vida, yo, sin saberlo, tenía ya, y me gustaba, música de Leprest, interpretada, eso sí, por Enzo Enzo o, en uno de mis discos preferidos, por una "vieja estrella" de la radio regional francesa, concretamente de La Rochelle, amén de actor, pintor y, evidentemente, cantante, Nada menos que Jean Louis Foulquier, que grabó en los años ochenta con canciones de su amigo Leprest un álbum titulado "Foulquier", pero que debería haberse llamado. al menos, "Foulquier chante  Leprest". Un álbum que se abre con este  tema sarcástico y descarnado, el mismo con que abre "Chez Leprest" Olivia Ruiz, titulado "Todo lo asqueroso tiene un  bonito nombre"


Allain Leprest cuenta con la admiración y el reconocimieto de los supervivientes de la "chanson" y, tanto Claude Nougaro, como Juliette Gréco o Henri Salvador han sido generosos -y justos- a la hora de elogiar sus canciones. No por ello ha dejado de contactar con las nuevas tendencias emergentes en  el panorama musical francés que apreciam la sencillez de su poesía bordada sobre una trama musical aparentemente sencilla, pero muy elaborada, en la que, con o sin ironía, lo que domuna es la ternura y la melancolía. Como en esta sobrecogedora "Une vlase", que interpreta junto a Fantine, estrella de la versión francesa de "Les Miserables".



Premiado como compositor y cantente y como poeta, las canciones de Leprest, poco dado a o poco querido por los grandes escenarios, todo un maldito de la chanson, han servido de fondo sonoro a tres títulos de uno de los más conocidos autores de la nueva novela negra francesa, Roger Martin, que también le ha dedicado su última obra.
Ahora, cuando está apunto de dejarnos, cuando es el "tiempo de apurar la botella", es cuando esos grandes escenario se abren para quien, no lo dudéis, tiene un sitio reservado junto a Brel, Brassens o la Piaf en el olimpo de la chanson.
Aquí os lo dejo con algunos de sus amigos, compartiendo la gloria de uno de esos escenarios que hasta hoy no encendían sus focos para él.


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