sábado, 17 de diciembre de 2011

Por cierto...

...que con tanto irte a Cádiz y perder la lupa y las llaves, me has retirado a mi "pequeña belga" de la ventana que aparece en tu blog "A media luz" y las has sustituido por una foto de Merkel. ¡Qué horror! Pero todo este trasiego de blogs, lupas, gafas, cumbres, crisis, euros... me ha traido a la memoria una canción que me descubriste y que creo viene al pelo de la situación en la que vivimos de propaganda para vendernos lo inevitable cuando siempre hay alternativas... Supongo que ya sabes a cual me refiero: "Tô" de Tom Zé...
"Te estoy explicando para confundirte, te estoy confundiendo para esclarecerte. Te estoy iluminando para cegarte, te estoy dejando ciego para poderte guiar"...

Un abrazo y nos vemos pronto...

martes, 29 de noviembre de 2011

P'tite belge

¡Me ha costado! Pero cuando la escuché y la vi en un programa de televisión, me puese a escribir esta entrada mientras recordaba aquella canción de Jacques Brel en la que ensalzaba con ironía las bondades de las flamencas. Las belgas, no las del arte hondo...

Rubia, de claros ojos azules, poquita cosa en el escenario, Selah Sue es la nueva revelación de la fecunda escena bela. En su voz rasgada y melódica, algunos ven la continuación de la malograda Amy Winehouse. Incluso los avispados responsables de "marketing" de su compañía de discos le han puesto el mismo peinado. Esperemos que su carrera artísica y vital trascurra por otros derroteros. De momento, en su album debut se ha visto arropada por algunos músicos de reconocida trayectoria como el afro-alemán Patrice, la impresionante bajista Meshell N'degeocello y el rapero Cee-lo Green con el que ya había grabado el año pasado un dúo para el album The Lady Killer titulado Please...

Nacida hace 22 años en una población del Brabante flamenco próxima a la universitaria ciudad de Lovaina, Sanne Putsey -su verdadero nombre- es hija de un funcionario y de una enfermera. De niña estudió ballet y, según cuenta en las entrevistas, nunca había pensado en dedicarse a esto de la canción a pesar de que no desafinaba. Pero su voz, como su cuerpo, comenzó a cambiar con la adolescencia y entró en un estado depresivo -con tratamiento incluido- que la llevó a la guitarra: una tabla de salvación a la que se agarró con tanta fuerza que los psicólogos le aconsejaron, a modo de terapia, volcar sus pensamientos en la escritura. De ahí salió el material que conforma el esqueleto del primer disco en el que se suceden los "hits". El primero de ellos, en homenaje a una de sus principales influencias: Bob Marley, se llama "Raggamuffin"... Esta "p'tite belge" recuerda en el escenario a Janis Joplin en camisa blanca y está rodeada de un grupo joven que suena fráncamente bien. Su éxito ha sido fulgurante en su país -donde fue elegida como telonera de Prince a finales del año pasado y ha sido cabeza de cartel en los principales festivales de verano- y en Francia, a pesar de cantar en inglés, le han concedido este año el prestigioso Premio Constantin destinado a dar a conocer a "artistas poco mediatizados". No es el caso, Selah Sue ha vendido 170.000 ejemplares de su disco y ya ha actuado en la prestigiosa Sala Olympia de París. Esta fascinación viene sin duda por esa voz rasgada que recuerda a Amy en su tema estrella "Crazy Vibes"... Sus verdaderas influencias musicales vienen de Erykah Badu y de Lauryn Hill, la cantante de Fugees, cuya canción "Selah" está en su nombre artístico. A ella se remite y rinde homenaje en sus actuaciones en directo... Selah Sue es también sensibilidad a flor de piel. Su tema "Mommy", arreglado por N'degeocello (cuyo nuevo disco, por cierto, es bastante interesante), la presenta en su mínima expresión: voz y guitarra... Espero que al final de este "post" ya hayáis adoptado a esta "p'tite flamande". Por cierto, os dejo con la canción de Brel que sabe a cerveza rubia y a chocolate...
Jacques Brel Les Flamandes 1962 engl.sub par lightning49

lunes, 31 de octubre de 2011

POR CIERTO...



...hay banquillo. Si me permites, querido Hernández, esta expresión tan futbolera para un asunto de tanta sensibilidad y finura como la "chanson" francesa. Es la esperanza que nos queda ante la pérdida de artistas que buscan más la belleza que la fama efímera y la rentabilidad económica inmediata que nos ofrecen estos tiempos de vorágine. Artistas que como Allain Leprest no sólo quieren que les oigan, sino que exigen ser escuchados.
Entre los que toman el relevo destacan varias voces femeninas, lo que sin duda te alegrará aún más el corazón. Hay variedad, además, para gozo de nuestros sufridos seguidores.
La primera se presenta con la desnudez de su nombre artístico: L. Esta parisina nacida como Raphaële Lannadère hace 30 años es la nueva sorpresa elogiada por otro representante de la chanson de nombre mayúsculo: M -Mathieu Chedid- y por la mismísima Brigitte Fontaine. No es una recien llegada. Lleva diez años peleando y ha conseguido que su primer disco "Initiale", aparecido la pasada primavera, sea ya objeto de culto. Su aspecto frágil, casi transparente, se compensa por unas convicciones que sin duda Leprest aplaudiría. "El esfuerzo intelectual y personal que se invierte en un disco y luego en escena, no es para tomárselo a broma", dice L -pronunciesé como el nombre de la revista femenina-. Su profesora de canto asegura que "es un fenómeno capaz de cantar fados, tangos y flamenco, pero que siempre opta por retenerse en favor de los textos". Dicho todo esto, lo mejor es apreciar su arte en este video-clip de promoción...

Jalouse - L (Raphaëlle Lannadère) [Clip Officiel] par L-officiel

En plan más auténtico, una de sus prestaciones en directo con la enorme canción "Petite"...


"Petite" - Maroquinerie Décembre 2009 par L-officiel

A la espera de su confirmación, busquemos un valor seguro: Camille. Desde que en 2005 sorprendiera a todo el mundo con un disco titulado "Le Fil", que desarrollaba una serie de temas alrededor de una misma nota, todo son expectativas en torno al trabajo de esta licenciada en Ciencias Políticas. Muchos se vieron decepcionados con "Music Hole" (2008) totalmente cantado en inglés y ahora vuelven a extasiarse con "Ilo Veyou" que, a pesar del juego fonético del título, vuelve al francés y a la voz como instrumento. "L'etoruderie" -"El aturdimiento"-en versión acústica lo constata...

Camille - L'étourderie (acoustique) (HD) par CamilleOfficiel
Para los que quieran profundizar aún más en esta especie de Björk francesa, nada mejor que contemplar su última prestación en la televisión pública -en las privadas estas cosas impiden tener el cerebro apto para recibir las gili.... necesarias para permanecer anestesiado-...

Camille - live à Ce Soir Ou Jamais, France 3... par CamilleOfficiel

Pero como no sólo de concepto viven los seguidores de la chanson, también hay cantantes frívolas y, además, a pares. Es un dúo, claro, pero se llaman Brigitte, como aquella mujer a la que creó Dios por obra y gracia de Vadim...


Son jóvenes, son guapas, son sexys y tienen sentido del humor... Presiento que en este blog va a nacer un club de seguidores -fans decíamos antes y creo que a ellas les va mejor-, si es que aún no está creado por Juan de Pablos en su Flor de Pasión. Así que lo mejor es que las descubramos juntos...


¿Un poquito más? Uhmmmm....

viernes, 23 de septiembre de 2011

POR CIERTO...


Por cierto... supongo que es porque ya no me muevo por los barrios en los que la música fluye de la gente, aunque también poidría ser porque a la gente que decide en esto de la música ya no les interesa la calles. lo cierto es que aquí, en España, al menos en la ciudad de Madrid, que es por donde yo me muevo, hace tiempo que no brota la música como antes. Quizá me equivoque y os juro que me gustaría.
Ya no hay un sonido, a la vez distinto y con raíces, como lo fueron en su día los hermanos Amador, que dieron para "Pata Negra" y mucho más.



Algo parecido ocurrió en Barcelona, donde la calle y sobre todo los gitanos, que vienen a ser en cuanto a creación muiscal como los negros de América, "parieron" algo tan universal ya como la rumba de Barcelona que ya es la rumba gitana y que recogio como nadie un tal Javier, llegado en un barco desde la Argentina.



 Difícilmente podrá nadie escribir una declaración de amor más hermosa a una ciudad. Y no fue la única que regaló el Gato a Barcelona. Fundió en un verso la esencia de esa música callejera de la que hablamos "La rumba nació en la calle, hija de Cuba y u gitanito" y a partir de ahí el encadenado de todos lso barrios que eran y son en la ciudad.
Pero volvamos a lo nuestro a la música de la calle. Aquí, muy cerca de mi barrio, está el Pan Bendito. Otro barrio, otras gentes, gitanos y emigrantes nacionales en un principio y una ONU de todas las razas y pasaportes ahora. Allí, en el barrio del "me lo das o te lo quito" se crió el "Langui", uno de los tíos más fuertes y más libres que conozco que de la mano de la música con "La Excepción" o desde el cine -tiene ya un Goya- le gritó al mundo la realidad de su vida y de su barrio.



Lo que no vieron las discográficas en el hip hop -en cierto modo lo desprecian- sí han sabido verlo quienes conocen su fuerza y tratan de emplearla en causas inteligentes. Aquí aparecen muchos de quienes lo cultivan, si no en Españla, sí en Madrid uniendo sus voces para el racismo.



Esta es la fuerza del hip hop y esa fuerza la razón por la que esta música está creciendo en España: saben de qué están hablando, saben cámo  y tienen razones para hacerlo. A mí, desde luego, el hip hop me interesa y mucho. Especialmente  este mulato de Torrejón que sabe mucho de la música y de las calles y se hace llamar El Chojín.



La calle y la música siempre han ido juntas ¿por qué no también ahora?

viernes, 9 de septiembre de 2011

IL PLEUT SUR LA MER

"Llueve sobre la mar y no sirve para nada". Con esos dos versos Allain Leprest, este joven viejo comunista -demasiado joven, porque cincuenta y siete son pocos años para dejar este mundo- me cautivó para siempre. Le descubrí, como se descubren las grandes coas, casi por casualidad. Fue gracias a esas nuevas tecnologías que tanto aborrecen quienes quieren vivir "de" y no "para" la música. Fue, claro está, en eso que llamamos la red y fue gracias a esa red que supe que la tradición de la canción poética francesa, la "chanson", no había muerto con Brel. Recuerdo que en estas mismas páginas me atreví a reprocharte, amigo Fernánndez, que no me hubieses informado de que Brel, el autor de la canción más hermosa y trste que se ha escrito, "Ne me quitte pas", seguía vivo bajo la piel de Leprest. Y es que las canciones y los versos de este ganial compositor y cantante desprendían ese perfume de melancolía que dejan los grandes amores y las grandes verdades del hombre. Verdades tan granbdes como la de que hay pocas cosas más inútiles que la lluvia sobre el mar.


Te he dicho que tuve la osadía de reprocharte no haberme hablado nunca de Leprest y es injusto haberlo hecho, porque, la verdad, Allain leprest tampoco era demasiado coocido entre el gran público e incluso entre la prensa francesa. Sin embargo, sus canciones eran muy apreciadas por sus colegas, tanto que alguna llegamos a escuchar en la voz de Juliette Gréco o Enzo Enzo. Por eso tiene más valor que alguien tan parco en elogios como Claude Nougaro, autor de "Le Cinema", haya dicho de él, aún en vida, que " era el autor más brillante bajo el cielo de la canción francesa.
Y menos mal que Leprest que, en mi opinión, aún no ha alcanzado el prestigio que merecen él y su obra aún, pudo recoger en sus tres últrimos años de vida, cuando la enfermedad se cebó con sus pulmones, todo el cariño de esos colegas que, desde Adamo a Olivia Ruiz, pasando por Sanseverino, participaron en el espectáculo homenaje a su música, que dio origen a esos dos bonditos álbumes de homenaje titulados, como el espectáculo del Bataclan "Chez Leprest", gracias a los cuales pude conocer su música..

Leprest, que, junto al acrordeonita Richard Galliano, obtuvo el Gran Prix du Disque de la Academia Charles Cross  por su álbum más "apache", "Voce a mano",  ha gozado también de gran reconocimiento también por su poesía. De hecho, obtuvo el Gran Premio de Poesía que le otorgaron sus compañeros de la SACEM, (Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música) y, como ciudadano que ha contribuido a la grandeza de Francia, la distinción de Caballero de la Orden del Mérito de la Nación.
Méritos y honores demasiado rimbombantes quizá, para alguien capaz de escribir algo tan delicado como este "Une valse pour rien" que canta aquí  junto a su emocionada hija Fantine.



El maldito cáncer de pulmón que arrancó de nuestro lado a nuestro amigo Charlie puso también fecha y hora para el final de la vida de Lepret, pero, rebelde como  siempre fue, quiso gastarle una broma al destino y, minetras pasaba unos días de descanso en casa de un amigo después de haber participado en el festival homenaje póstumo a su amigo,  el también comunista Jean Ferrat, decidió escribir su último verso. Así, el lunes 15 de agosto, al anochecer, Allain decidió que había luchado demasiado contra el cáncer al que ya había vencido y que quería descansar para siempre, como si nada pasase.



Nos hemos quedado sin saber cómo sería el álbum que preparaba, un álbum que recogería sus más bellas canciones, tantas, que iba a grabar este mes de seprtiembre con una orquesta sinfónica.
Francia, y no digamos nosotros, tardó en darse cuenta de lo grande que era este gigante... de la canción y de la vida.
Me lo imagino ahora, con su paquete de Gitanes y su zippo en la chaqueta, quiza con una copa de vino en la mano, bailando entre sombras en el infinito ese vals para nada o regando, una vez por semana las flores de ese jardín por el que nunca paseaba.

sábado, 16 de julio de 2011

Rythm & Roots


Tengo que confesar que, aún siendo un gran seguidor de la música negra del siglo XX –desde el blues a lo que se denominó con cierto aire postcolonial: “música étnica”-, el rap me ha llamado la atención pero no he conseguido conectar con algunas de sus figuras más emblemáticas. Desde luego que bailé y bailo con el “Raper’s delight” de los Sugarhill Gang y disfruto con la variante latina de Arianna Puello, pero me pierdo en la maraña de grupos y artistas americanos. Seguramente porque no me entero de lo que quieren contar y no alcanzo a apreciar sus cualidades melódicas. Siempre hay, en efecto, una excepción que confirma la regla y esa es la del grupo The Roots. Aunque me equivoque, les veo como continuadores del trabajo realizado por el recientemente fallecido Gil Scott Heron en el compromiso social y porque, desde el punto de vista musical, son continuadores de lo que empezara Jon Hendricks en el mítico trío “Hendricks, Lamberts & Ross” al desarrollar el “scat”: fraseo que convierte la voz en un instrumento. De hecho, el tema que me enganchó e introdujo en su música es “Dat Scat”, incluido en el EP “From the ground up”, y que cuenta con la colaboración del saxofonista Steve Coleman…

El grupo nació a finales de los 80 en una escuela parecida a la de la serie “Fama” en los suburbios de Filadelfia. Allí se encontraron el rapero Tariq “Black Thought” Trotter y el batería Ahmir “?uestlove” Thompson que aún son los pilares de una formación por la que ha pasado mucha gente. Llama la atención el video de sus inicios adolescentes en los que se puede ver al primer bajista Josh “the rubberband” Abrams que luego formó su propio cuarteto de jazz…

Como se puede observar el jazz ronda el grupo desde sus inicios. De hecho, llegaron a dar un concierto de presentación en Europa a principios de los 90 en el prestigioso festival de Montreux. Pero es el rap lo que les motiva, aquí está el que fue su primer “hit” en las listas de éxitos estadounidenses: “Clones”…

The Roots funciona como un combo en el que salen y entran los músicos. Un espíritu que queda reflejado con mucho humor en el siguiente vídeo…

Por supuesto han trabajado y colaborado con los mejores raperos y cantantes de R&B. Desde JayZ a Erykah Badu a la que produjeron el disco “Baduizme” y con la que grabaron este “You got Me”, un poco sensiblero (nadie es perfecto)…


En la actualidad, The Roots son la banda de uno de los programas nocturnos de entrevistas y entretenimiento en la televisión estadounidense: “Late night with Jimmy Fallon”. Algo que, por ejemplo, hizo con anterioridad y durante años el saxofonista Branford Marsalis como el líder de la banda “The Tonight Show with Jay Leno”. Supongo que eso les ha dado una cierta respetabilidad y mucha proyección en el mercado estadounidense que han sabido aprovechar con dos magníficos discos en los tres últimos años: “How I Got Over” y “Wake Up!”.
El primero es un trabajo que sigue una misma argumentación melódica. Las primeras cinco canciones están hilvanadas mediante fundidos que, en la primera escucha, dan la sensación de que son variaciones sobre el mismo tema. También colabora en ello la voz de Dice Raw, habitual de The Roots en las tareas de composición y producción desde los inicios.

En este álbum se incluye un tema: “The fire” en el que aparece el dotado vocalista y pianista John Legend y cuyo vídeo merece la pena por su fuerza visual y su mensaje pacifista…

La colaboración tuvo que dejarles un buen sabor de boca porque decidieron firmar juntos “Wake Up!”: uno de los mejores álbumes de R&B del año pasado que se abre con este “Hard Times”…

Lo de las colaboraciones sigue adelante. Me acaba de llegar el programa del festival de jazz de La Villette y el concierto de clausura corre a cargo de Questlove’s Afro Picks. El batería y líder de The Roots ha reclutado a lo mejor del afro-beat, el funky y el soul en una big-band neoyorkina y las colaboraciones especiales de Macy Gray y Tony Allen para rendir homenaje al nigeriano Fela Kuti . ¡Estoy deseando ir!

P.S:
Mis agradecimientos públicos a mi amiga y seguidora de este blog Susana “La Pilla” Gutiérrez, quien recogió el llamamiento que hice para completar los “cromos-musicales” de la Historia del Blues según Robert Crumb y ¡encontró el tema que me faltaba de Ed Bell!¡Gracias, guapa!

jueves, 7 de julio de 2011

POR CIERTO...


…lo de tocar en las calles de París es casi obligado para determinados artistas que llegan a la capital francesa bien para buscarse la vida o bien para financiarse la estancia. Tu comentario sobre Madeleine Peiroux, cada vez más madura y por tanto más personal, me ha traído a la cabeza a otros nombres de artistas contemporáneos que habrían amenizado los pasillos y andenes del metropolitano parisiense a cambio de unas monedas.
Algunos, incluso, han vuelto a tocar ya siendo profesionales como muestra de agradecimiento al lugar donde se dieron a conocer. Es el caso del nigeriano Keziah Jones: el creador del “blufunk” –mezcla de blues, funky y soul- fue descubierto por uno de los directores musicales de un sello discográfico francés y hace tres años ofreció una serie de conciertos en varias estaciones patrocinados por la empresa municipal de transportes de París. El resultado fue el siguiente…

Jones tiene clara influencias de su paisano Fela Kuti y de Jimmy Hendrix pasado por el filtro de Prince y vive entre Lagos, Nueva York y París, donde de vez en cuando monta conciertos con otros músicos como este grabado en La Fleche d’Or con Yael Naim, entre otros…

KEZIAH JONES/ SPLEEN/ YAEL NAIM / SHINRI "RHYTHM... par la_bande_originale

Otros de los nombres de artistas que han tocado en el metro parisino puede que formen parte de la leyenda urbana como el de mi admirado Ben Harper. Su reciente visita por París para promocionar su último disco ha vuelto a sacar el tema pero yo no le he oído confirmalo. En cualquier caso, es una buena excusa para disfrutar de su último trabajo en solitario, sin los Innocent Criminals ni los Ralentless7…


De todas formas, no todo el mundo puede tocar en el metro de París. Desde 1997 hay que recibir el visto bueno mediante una audición delante de un jurado especializado a fin de evitar molestias mayores a los pasajeros. Hay que decir que el criterio ha bajado mucho en los últimos tiempos aunque la empresa que hace la selección edita discos con sus artistas y participa en festivales populares.
En cualquier caso, parafraseando a Don Ernesto en estos días de sanfermines,“el metro de París es una fiesta”…

miércoles, 8 de junio de 2011

LA CHICA DE LA CALLE HA VUELTO
























Mi alma de procrastinador, la que me empuja a dejar para mañana el dejar de serlo, me ha permitido esta vez recibir como se merece el último álbum de Madeleine Peyroux. la chica que, no hace tanto, cantaba por unas monedas en las calles de París.



La espera no ha sido esta vez tan larga como esas a las que nos tenía acostumbrados y, si he de ser sincero, ha sido mucho más productiva, porque este "Standing on the rooftop" es mucho más brillante, a veces sublime, que su anterior "Barebones".
La misma Madeleine habla de él en éste, el primer clip promocinal que ha liberado la compañía.



Que Madeleine era magnífica en las versiones, lo dejó claro desde aquel prmer disco "Dreamland" que arrancaba con ese "Walking after midnight" que había popularizado Patsy Cline. Lo corroboró en su segundo "Careless love", aparecido ocho años después, tras una desaparición difícilmente explicable   -quién sabe si precisamente por ello- en un mundo lleno de ambicones y prisas. De ese álbum de la resurrección, es la preciosa "J'ai deux amours"



Aún recuerdo la primera vez que escuché a Madeleine, sin saber todavía nada de ella, en uno de esos puesto de escucha que había en la FNAC, entonces sólo había una, y cómo me sorprendio esa voz que de alguna manera recordaba a la castigada y expresiva voz de Billie Holiday. Una de esas voces ásperas y llenas de vida tan alejadas de las "voces de gimnasio" que tan de modoa pusieron la OT que en el mundo han sido. Una voz, increíblemente negra para su sonrosada piel que le permitía salpiar, cuando no llenar, de canciones "negras" su repertorio. Canciones como ese "I'm gonna sit righ down and write myself a letter" que hizo famoso a Billy Williams que te hacía caminar a saltitos por los pasillos.
Pero también fue capaz de "bordar" canciones blancas y dulces como "La javanaise" del genial  Serge Gainsbourg que tuve la suerte de escucharle, "a capela" y frente a un silencio devoto, en el todavía Centro Cultural de la Villa de Colón. Reconozco que me dejé transportar no sé a dónde y, como diría un enamorado, me hizo suyo para siempre.
Un poco más adornada, y un poco menos sincera que aquella, aquí va esta otra versión, grabada en un concierto en Washington.



El "Standing on the rooftop" que ayer se puso a la venta tiene dos magníficas versiones de sendos temas de The Beatles, "Martha my dear" y Bob Dylan "I Threw It All Away", además de magníficas colaboraciones en el estudio, como la de la sublime Me'Shell Ndegéocello, o en la composición, como la del ex rolling Bill Wyman, como este "The Kind You Can't Afford", un blues ligero que más de uno ha podido escuchar en la gira de rodaje que la Peyroux ha llevado a cabo por varias ciudades españolas



Para enamorados de esta sonrosada juglar -me niego a feminizar plabra tan hermosa- del Mississippi y el Sena, se ha lanzado una edición limitada que incluye un DVD de dos horas de duración, con directos, entrevistas y un documental sobre su vida.

martes, 7 de junio de 2011

POR CIERTO...



La entrada que dedicaste a Laika Fatien trajo a mi memoria uno de los conciertos más emocionantes a los que he tenido la suerte de asistir. El escenario era el mejor auditorio que, acústicamente hablando, tiene Madrid, el anfiteatro del Colegio de Médicos, y la protagonista del concierto una mujer que he admirado con devoción, Abbey Lincoln, a la que tuve la suerte de escuchar en directo, tan cerca que puede hacerle esta y otras fotos que conservo, a pocos años de su muerte. Abbey, una mujer que aunaba toda la fuerza de su rebeldía y una dulzura increíble a la hora de decir sus canciones.



Ann Marie Woodridge, que ese era su verdadero nombre, tomó el del presidente que abolió la esclavitud como nombre artístico para una carrera que desarrolló tanto en la música como en la pantalla. En el cine la recordamos en películas como "Un hombre para Ivy", que protagonizó, y apariciones en numerosas series de televisión.
Abbey, activista por los derechos civiles, compartió con su marido, el baterista Max Roach, una militancia, en la que su música se convirtió en una magnífica arma de penetreción en la conciencia de los ciudadanos estadounidenses.



De una increíble y serena belleza, esta mujer -como digo- puso toda su fuerza y su arte al servicio de la causa de los derechos civiles, dejando que sus conciertos y sus grabaciones se marcasen con esa etiqueta, a vecs perjudicial para su carrera.
De alguna manera, fue Spike Lee,  en tu admirada "Mo' better blues", quien volvió a colocarla, ya en los noventa, en el mercado. Desde entonces, hasta que nos dejó hace diez meses hemos disfrutado del  regalo de sus hermosas canciones, entre ellas, ésta, homenajeada por Laika Fatien.



Uno, que tiene tendencia a "colgarse" con los destellos de belleza, lo está con el primer corte de su álbum "Wholly Earth", en el que demuestra lo grande y hermosa que podía ser esta mujer, ya al borde de los setenta. Y no sólo por la cantidad de vida que encierran los matices de su voz, sino por la elegancia de ese cuerpo y ese rostro, asumidos con naturalidad. Por eso, entre otras muchas razones, adoro este "And it's supposed to be love",



Siete años después de publicar este magnífico "Wholly Earth", que -como dogo- me cautivó para siempre, y apenas unos meses después de aquel concierto en el Colegio de Médicos de Madrid, hubo de llevar su cansado corazón  al quirófano. Finalmente en 2010 -en agosto hará un año- falleció a los ochenta en Manhattan.
Nos queda su arte, a veces tan desnudo como en este súo con el magnífico Hank Jones.


lunes, 9 de mayo de 2011

Tocando las estrellas


Nacida de madre hispano-marroquí de origen sefardita y padre marfileño, Laïka Fatien es un descubrimiento que sólo tiene de malo un nombre que recuerda a la carrera espacial y a la desgraciada perra que fue lanzada al espacio por la Unión Soviética.
Después de una etapa inicial como cantante en una big band, Laïka –que ese es su actual nombre artístico- comenzó una carrera en solitario en la que dejó ver sus claras influencias de una de las grandes desaparecida recientemente: la gran Abbey Lincoln. De hecho, el año pasado la rendía homenaje en español.


El español es su lengua materna al haber sido criada por su madre, su abuela y su tía, lo que debe aportarle una sensibilidad especial y toda cantante de jazz que se precie debe rendir homenaje a la más grande que la historia de la música ha dado: Billie Holiday. Su segundo disco, titulado Misery, es un homenaje sin arrojarse en manos del sentimentalismo fácil...


No obstante, Laïka creció y estudió en París. De ahí que a veces tenga que demostrar que tiene la altura intelectual que se supone a un artista en Francia. Su participación en la ópera de Laurent Cugny La Tectonique des nuages puede tener esa explicación…


El descubrimiento al que me refería es su tercer disco Nebula, producido por la profunda y poco acomodaticia bajista Meshell Ndegeocello, en el que Laïka realiza un repaso a sus influencias. En jazz encontramos a Thelonius Monk o Joe Henderson o Charlie Mingus; en clásica, al brasileño Villa-Lobos; en soul, Steve Wonder y en pop, a la islandesa Björk. Variedad como piden las eclécticas audiencias actuales pero sin demasiadas concesiones a la galería. Se trata de un disco profundo y sensible, como la voz de Laïka Fatien…

jueves, 5 de mayo de 2011

POR CIERTO…



…la vida está llena de coincidencias y tengo dos que me vienen al pelo para comentar tu última entrada. La primera ocurrió hace unos años, aún no me había “fugado” de Madrid y estaba de copas por Malasaña cuando coincidí en un conocido bar de la plaza del 2 de mayo con Ricardo Solfa, singular cantantes de boleros y reencarnación en el Madrid postmoderno de uno de los cantautores más vanguardistas de la transición: Jaume Sisa. Yo había quedado muy impresionado por uno de los discos de pop-rock progresivo más interesantes de los años 70: “Galeta Galàctica” en el que colaboraba con Pau Riba y me resistía a verle en la parodia de cantante melódico en la que se había convertido a mediados de los 80. Discutimos en torno a unos gin-tonics y le reproche, arrogándome el papel de guardián de la esencias, que hubiera abandona a Sisa para convertirse en Solfa que, por cierto, tenía bastante éxito en los platós de la televisión de las nuevas cadenas privadas. Con los años me he dado cuenta que ambas personalidades no son incompatibles, sino que forman parte de la riqueza de un artista sensible, transgresor y vanguardista al que algo le deben –aunque sólo sea por abrir camino en tiempos difíciles- otros artistas catalanes como el anarquista y muy apreciado Albert Pla o los muy de moda Manel. Sirvan los siguientes videos para reivindicar a Sisa y a Solfa…

Su debut mundial de la mano de Sabina…

Sisa es un gran poeta musical y buscando vídeos en You Tube he topado con una colaboración que no me resisto a insertar porque es con el gran Pascal Comelade, músico catalán de Francia y gran intérprete de instrumentos musicales de juguete…

La otra anécdota es más reciente. Vivía yo en Bruselas y vino a casa una pareja amiga de un conocido y prestigioso corresponsal de un medio español. Era un viaje de fin de semana y el matrimonio venía con su hijo, un chaval de poco más de diez años. En aquella época, como he contado ya en este blog, yo le daba a la guitarra y torturaba a las visitas que se arriesgaban a seguir en casa más allá del café y las copas. Cuál no fue mi asombro y mi bochorno, cuando el pequeñajo cogió el instrumento y se puso a darme un repaso de cómo se debe tocar. Con el paso de los años –me voy haciendo viejo-, volví a coincidir con el matrimonio Padilla en la boda de nuestro amigo común. Y allí estaba el chaval, ya cumplida la veintena. Nos reímos recordando la anécdota y me quedé perplejo cuando me contaron que tenía un grupo que comenzaba a tener mucho éxito en Cataluña. Roger, que ese es su nombre, me envió a los pocos días el enlace de la página web del grupo y quedé gratamente sorprendido porque sonaba francamente bien. Su nombre es Manel…

miércoles, 6 de abril de 2011

POR CIERTO...























Por cierto. Tu entrada sobre el gran Brassens, un tipo curioso, capaz de pasar gran perte de la guerra encerrado en el piso de uno matrimonio amigo y quedarse a vivir allí, sin salir apenas, después de la liberación, me ha traído a la memoria las innumerables versiones que de sus canciones se hicieron en español.
No hay que olvidar que en lso primeros sesenta, que es cuando se tuvo aquí noticia de la música del genial Brassens, el idioma que se estudiaba en el bachiller era el francés y que, salvo para quienes emigraban a América o Alemania, el extranjero apenas iba más allá de París, y, por tanto, las bocanadas de libertad que permitían "ir tirando a los españoles", vanían casi siempre de Francia.
No debe extrañar por tanto que se versionase, cuando no que se plagiase descaradamente, a Brassens, Brel y tantos cantantes, si no franceses, sí en francés.
Sin ir más lejos, el propio Brassens que, en el volumen que su antología dedica a las viejas canciones firmadas por otros que Brassens interpreta con su pianista Jean Bertola, "Georges Brassens chante les chansons de sa jeneusse", se incluyan tres tesoros que son las propias versiones que Brassens grabó en español de tres de sus canciones "La mala reputación", "La pata de Juana" y "El testamento". Aquí va la más conocida, porque, entre otras cosas, la "coloqué" como sintonía de una de las tertulias de "A vivir que son dos días" en la SER



Quien quizá antes, o al menos mejor, nos metió a los españoles el veneno de Brassens en el cuerpo fue Paco Ibáñez, un impagable precursor de tantas cosas, que hizo suyas muchas de las canciones del padre de los cantautores europeos.




Y si Paco Ibáñez fue el primero, no cabe duda de que quien más empeño ha puesto en cantarnos a Brassens en español ha sido Joaquín Carbonell que, como alumno de Labordeta en su instituto de Teruel, no tenía más remedio que hacerse cantautor. Dos son, al menos, los álbumes que Carbonell ha dedicado a Brassens. Uno en estudio y otro en directo. Del primero, ahí va esta “Marquesa”.




Mira por donde, Joaquín Carbonell tuvo el auxilio de otro Joaquín, mandragoriano él, aunque no el que más brassensiano, como lo es el apellidado Sabina para esta, su, versión de “Le gorille”.




Creo recordar, y  no me extrañaría, haber escuchado a Moncho Alpuente cantando este gorila. Pero fue en la noche de los tiempos, cuando se cantaba en cualquier plaza, icluso desde el altar de alguna iglesia. Peo me temo que de aquellos años, con Franco y sin móvil, difícilmente queden testimonios.  Por eso me voy hacia Alicante, donde nos encontramos con Antonio Selfa que canta “picaruelo” a la inocente y solidara Margot.



Y, como dos cantan, si lo hacen bien, mejor que uno. Aquí os dejo con Selfa y Eva Denia, que ha hecho del repertorio de Brassens, en francés, el de su trío. Pero hoy vamos de Brassens en español y por eso al, les, escuchamos en su versión de “El almendro”.

AL ESTE DEL EDÉN




























Suponiendo que alguna vez la industria musical española hubiese sido un Edén, que lo fue, pero decadente, al este de ese Edén latió siempre un corazón tan rebelde como el del personaje James Dean en la película que dirigió Kazan basándose en la novela de Steinbeck. Y ese corazón late rebelde, no sólo en cuanto al hecho de expresarse en otra lengua, la suya, sino en las mismas formas musicales. Lo cierto es que, de un tiempo a esta parte y más allá de los restos y secuelas de un fenómeno como lo fue el de La Nova Cançó, ha surgido una forma de expresión que ni siquiera sé si es un movimiento musical, hijo quizá de las imaginativas aventuras de Jaume Sisa que acaba por superar fronteras.
Aunque, como ácrata que se precia de serlo, Albert Plá es un fruto extraño e inconstante, quizá sea quien dio el primer paso en ese camino, mezcándo lenguas, barajando música y teatro,  jugando con las raíces charnegas de la música catalana. y, siempre, marcando la diferencia.



Curiosamente, en las más recientes apariciones públicas de Pla, incluido un famoso concierto en el París de Fernández, tiene un compañero de viaja, con él que parece haber sintonizado a las mil maravillas. Ese partenaire es Joan Miquel Oliver, alma del grupo mallorquín Antònia Font, capaz de imaginar historias, no por su pretendida candidez, menos inquietantes que las de Pla.



Lo de Antónia Font, el grupo matriz de Joan Miquel Oliver es algo así como el arte total. Desde el nombre, que adoptaron como homenaje a la única espectadora de su primer concierto a sus trabajadísimos clips, verdaderas obras de arte. Es como si todas las ansias creativas de los ochenta aflorasen ahora, más sabias y con más medios.




Por algo Antònia Font llena teatros incluso en la meseta y por algo en apenas década y media de existencia han cosechado premios tan importantes como el Nacional de música de Cataluña o el premio al mejor disco de pop nacional por su disco “Coser i cantar”, una especie de sinfonía que engarza lo mejor de su cosecha, envuelto todo en el celofán de una orquesta.



Oliver, con hermosos discos en solitario, está siempre dispuesto al encuentro y a la tormenta de cerebros. Ya hemos hablado de sus aventuras con Albert Pla, pero también las ha habido con quien con aquel “Qualsevol nit pot sortir el sol” inauguró la autopista por la que circulan  vete tú a saber hasta dónde.




El camino ha sido largo y, sobre todo, difícil. Pero ha dado sus frutos. Hace unos años hubiese parecido impensable, especialmente desde que, tras el fin de la dictadura y en medio de las dictablandas, lo catalán dejó de tener ese halo de rebeldía que tanto se echa de menos. Pero algo ha cambiado, porque un grupo catalán que canta en catalán, Manel. Ha conseguido, en tiempos de manta y descargas, encaramarse a lo más alto de la lista de ventas nacional con un trabajo tan delicado como este “Anniversari”.



Esperemos que cunda el ejemplo y se desparrame tanta genialidad como debe haber escondida en el resto de España. Yo, como premio por haber llegado hasta el final, os regalo el “linkado” con esta otra maravilla.


jueves, 17 de marzo de 2011

GENTE DE VIAJE



Moriarty no hace referencia al malvado profesor enemigo de Sherlock Holmes, sino a Dean Moriarty, el héroe de “En la carretera” de Jack Kerouac, y el grupo franco-americano se toma al pie de la letra al personaje que le inspira y ahora concluye un periplo de tres años de conciertos, viajes y colaboraciones con su segundo y nuevo disco: The Missing Room, cuyas canciones sus seguidores ya conocen porque sus cinco integrantes lo han venido interpretando durante meses en una gira de presentación y no de promoción como es lo habitual.
Los “moriarty” con la voluptuosa Rosemary Stanley como voz cantante practican un folk muy enraizado en Estados Unidos, incluso con ciertas similitudes con el de una de las musas de este blog: Natalie Merchant –una americana con nombre francés-, como se puede comprobar en el que fue su primer éxito: "Jimmy", incluido en un primer álbum de enrevesado nombre: Gee Whiz But This A Lonesome Town, aquí en versión acústica…

El grupo tiene una gran fuerza dramática en las composiciones que transmiten en unos directos sencillos pero muy emotivos…

Moriarty ha mantenido intensas colaboraciones con otros artistas como la singular cantante Emily Louzeau con quien realizaron una gira y actuaciones en directo como en la Maison de Radio France en París

Louzeau, nacida en Neuilly-sur-Seine, forma parte de la nueva generación de cantantes francesas como Olivia Ruíz o Jeanne Cherhal que colaboraron en su segundo disco: Pays sauvage formando parte del coro del “mujeres barbudas” en alusión a uno de los temas del álbum y cuya canción estrella es este “Sister”…

Pero volviendo a Moriarty, también han realizado un curioso disco,The Lost Scenes of Puss n’ Boots, en el que hacen versiones de temas, ya sean clásicos como “El coro de los esclavos” de Verdi o de comedias musicales como “I feel pretty” de West Side Story. Es divertido.
En el nuevo trabajo –que no sale a la venta hasta abril pero que ya podéis descargaros legalmente en Spotify, por ejemplo- hay grandes canciones como este “Isabella”…

…y cómo se que sabe a poco, aquí va otro tema muy interesante, también a pelo: “Decaf”…

lunes, 14 de marzo de 2011

POR CIERTO...


…se cumplen 30 años de la muerte de un adicto al humo que, a su vez, crea adicción. A diferencia de Gainsbourg, George Brassens fumaba en pipa que siempre aporta una imagen de pose reflexiva. Uno y otro, sin embargo, tenían el gusto por la melodía, el amor por la palabra precisa y eran adictos a la vida, cada uno a su manera… Ahora también comparten a Joann Sfar: el dibujante que ha dirigido la sorprendente película “Gainsbourg: vida heroica” y que ahora ha diseñado la exposición que la Cité de la Musique de París dedica al “libertario y bon vivant” que fue Brassens.
Lejos de mi espíritu hacer la glosa de uno de los más grandes cantautores franceses de todos los tiempos y persona con una vida singular y apasionante, pero si quería aprovechar para recordar algunas de sus canciones. Por supuesto, “La mala reputación” que en España popularizara Paco Ibáñez y que alimentó mi espíritu rebelde en los últimos años del franquismo…

Alumnos aventajados de Brassens en España son, sin duda, el trío de La Mandrágora y, en especial, el inclasificable Javier Krahe

Para mi Brassens es el gusto por contar historias a contracorriente, tiernas con finales sorprendentes…

Y una filosofía de la vida que cada vez tiene menos cabida en la época en la que vivimos tan llena de cons…

viernes, 25 de febrero de 2011

POR CIERTO...





















Qué (sana) envidia me das por poder tocar la guitarra, aunque sólo sea para acompañar. A mí que nunca pude pasar de puntear el romance an´nimo de "Juegos prohibidos" con la guitarra familiar, me queda el consuelo, a lo peor sólo es sugestión,de saber distinguir un buen guitarrista,  y Eric McFadden lo es, de otro que no. También a un guitarrista sincero de un frío imitador. Por eso, tu entrada dedicada a McFadden me viene "de perlas" para presentarte a un tipo, Miguel Ariza, para mí siempre será "Miguelón", al que conocí como becario en la discoteca de la SER y que, además de llevar mucha música en el "coco", es un magnífico guitarrista que, entre partido y partido de baloncesto, escuchaba y tocaba al gran Hendrix, maestro entre maestros de la guitarra.




Como habrás podido comprobar, pese a la escasa calidad del clip y si has tenido paciencia para llegar al “solo”, Miguel es un magnífico guitarrista que, con su guitarra y su grupo de nombre tan “hendrixiano”, demuestra que hay mucha música entre sus dedos que, cada vez mejor, el clip tiene ya una edad, va fluyendo hasta nuestros oídos. Imagínatelo con más medios.




Como un diamante en bruto como ese no podía estar ahí, perdido en la orilla de un río, un tipo que lleva muchos años en esto de la música, más que en la tele, como El Gran Wyoming escuchó un día a Miguel y su Última Experiencia y los quiso para sí. Ahora son su banda para esos momentos en que quiere recordar viejos tiempos. De nuevo hay que pedir perdón por el clip. Pero es lo que hay.
Como todos los que empiezan, se auto editan sus discos. De lo que han “parido” hasta ahora, su canción “Madrid” es la que quizá ha alcanzado más difusión.
Cuando escribo esto sé que andan encerrados en el estudio, granado nuevos temas, después de haber sufrido una profunda transformación, en la que lo acústico gana terreno, Así sonaba ese “Madrid” en la radio que se inventó Joaquín Guzmán cuando le “sacaron” de Radio 80.

martes, 22 de febrero de 2011

FUMANDO ESPERO




















A nadie se le escapa que las adicciones han sido y serán magníficas fuentes de inspiración para los creadores, también en la música. De todas ellas, me atrevería a afirmar que la que más música ha inspirado es la que nos ata a la persona amada, especialmente si no nos corresponde. Luego vendrían las que nos hacen esclavos de paraísos artificiales y placeres que, esas, nunca nos corresponden. Ahí es donde se sitúan el alcohol y el resto de drogas, incluido el tabaco. Pues bien, este último no sé si ha inspirado muchas, pero sí, desde luego, muy buenas canciones.
Atreverme a hacer un inventario exhaustivo de todas esas canciones sería tan atrevido como inútil. Por eso, me limitaré a compartir con vosotros mis preferidas. Y, para empezar, qué mejor que una de la canadiense K D Lang que dedicó todo un álbum,"Drag", como rebeldía contra las restricciones al tabaco en Norteamérica, hace ya unos años. La canción, "Three cigarettes in a an ashtray", popularizada por su idolatrada Patsy Cline ha formado siempre.



Está claro que no todo lo que se ha escrito en torno al tabaco ha sido tan nostálgico como esta canción. Otras ha habido como ésta del genial Sanseverino que, especialmente ahora en que los que fuman y los que no fumamos andamos enredados en dilemas morales, nos habla de hipocresía y adormecimiento de conciencias.




El, si no más genial, sí más original y valiente de los creadores de la música francesa de las últimas décadas. El patrón con el que se mide y se compara cualquier nueva figura, Serge Gainsbourg fue un gran degustador de mujeres, alcohol y tabaco. Y, claro, eso tenía que reflejarse en su cancionero, en el que hay muestras tan curiosas como ésta, que nos habla de cómo también en eso de fumar hay clases.


De todas las versiones la más extendida es sin duda la de The Platters. Y esa circunstancia me viene “al pelo” para comentar de qué manera el tiempo hizo justicia poética con su autor, Jerome Kern, magnífico músico, aunque un poquito racista.
La historia es ésta: cuentan que Kern se llevó a la tumba alguna de sus mejores creaciones que dejó sin publicar porque, según sus allegados, no podía soportar la idea de escucharlas deformadas, en referencia al jazz, por esas bandas de músicos negros.
No quería caldo, Mr. Kern, pues tome dos tazas.



Dicen, yo ya no me acuerdo, que, después del del café, uno de los cigarros que mejor sabe es el que se fuma en la cama, después de hacer el amor. Nina Simone no debe pensar lo mismo, porque pide cantando a su amante que no fume en la cama.



También se ha cantado al cigarrillo en italiano y creo que quien mejor lo ha hecho ha sido la inefable Ornella Vanoni, por ejemplo en “La tana degli artista”.



La lista de canciones escritas entre la niebla del humo de un cigarrillo sería infinita. Yo he dejado fuera unas cuantas decenas y cada uno puede hacer la suya. Ya, por último, he guardado para el final, como no podía ser de otro modo, el tango que da título a esta entrada, en la voz de quien lo bordó mucho antes de Sara Montiel lo vulgarizase: Libertad Lamarque.

lunes, 31 de enero de 2011

GUITAR HERO


La guitarra es algo fantástico. Casi todo el mundo puede arrancarle algunos compases que amenicen una velada, pero es un instrumento muy exigente al que es necesario dedicar una o dos horas al día para no perder habilidad y llegar a conocerla plenamente. Lo sé por experiencia: llevo años intentando pasar de la fase acompañamiento. Por eso tengo debilidad por los buenos guitarristas y más si son versátiles. Es decir que pueden atacar con las mismas garantías un rif de heavy o unas bulerías. Es el caso de Eric McFadden: un tipo de Alburquerque con pinta de pocos amigos pero que en realidad no es tan fiero como aparece en la portada de su último disco en solitario y además le encanta aliarse con otros músicos para formar diferentes grupos de la escena underground americana porque, todo hay que decirlo, Eric no parece buscar aparecer en las listas de éxitos.
Empezó con los Angry Babies, un grupo de punk-metal, pero luego ha continuado con Liar, Alien Lovestock, IZM, Holy smokes, EMT, Stockholm Syndrome, Faraway Brothers, y la Eric McFadden Experience, aunque no por este orden. Últimamente, publica con su nombre en solitario a través del sello francés Bad Reputation o con su Trío (EMT) junto al bajista James Whiton y Jeff “The Commander” Anthony a la batería...


Además, dado que es un virtuoso de la guitarra y de la mandolina y que como todo el mundo tiene que comer, ha formado parte de bandas de leyenda como Georges Clinton & Parliament/ Funkadelic o como músico en la última gira de Eric Burdon & The Animals (¡por favor!). Además ha tocado en directo o en estudio con gente como Keb Mo, Bo Didley y Living Color, entre muchos otros.


McFadden tiene un sentido del humor un tanto especial y le encanta hacer versiones de otros artistas y estrellas pero desviando y retorciendo el asunto. Es el caso de este Womanizer de Britney Sprears…


Esta faceta gamberra ha dado como resultado un disco titulado “Pull a rabitt out of his hat-Tribute Vol.2” (ojo, no he encontrado el primero) en el que hace versiones de David Bowie, Tom Waits, Creedence Clearwater Revival, Price, Rolling Stones, Leonard Cohen y hasta The Beatles.



Un ejercicio para poder concentrarse en el “blues” más sombrío de su último disco en solitario, también en Bad Reputation, titulado “Train to Salvation”, en el que se deja llevar por las polkas y los versos de Edgar Alan Poe y al que pertenece este “Where is Ferdinand?”…
Para finalizar, debo aclarar lo de las bulerías porque McFadden estuvo en España una larga temporada aprendiendo la guitarra flamenca. No he encontrado trazas de grabaciones de sus interpretaciones en este género. Lo máximo, un video en el que se hace acompañar con una guitarra española en el que habla de Jesucristo y la resurrección de los muertos -debe ser por lado voodoo que tiene el asunto-...

Wake Up Dead Man - Eric Mcfadden from brad l cooper on Vimeo.

miércoles, 26 de enero de 2011

POR CIERTO...


…me ha encantado descubrir la faceta musical de ese genio del Cómic que es Robert Crumb aunque su vinculación con la música y en concreto con el blues está en el origen de una de mis “frustraciones” como coleccionista. Me explico. En un viaje por Estados Unidos, adquirí una caja de cromos ilustrada por Crumb en la que aparecían los retratos de los pioneros del blues que formaban parte del catálogo del sello Yazoo, con el que el dibujante mantiene una estrecha relación profesional. En el reverso de cada cromo, hay una pequeña reseña biográfica de estos “Heroes of the Blues”, como se les denomina en la tapa de la caja. Y lo son. Allí están los “ciegos”: Blind Willie Johnson, Blind Lemon Jefferson y Blind Willie McTell…

Rarezas como las “jugs bands”-porque había uno de sus componentes que soplaba la “garrafa” o “jarra” de whisky a modo de flauta- y alguna que otra valiente pionera como Memphis Minnie…

Y por supuesto, grandes del género como Charlie Patton, Som House, Bo Carter, Mississippi John Hurt y Big Bill Broonzy…

Así que decidí buscar en discografías, mediatecas e internet las grabaciones de los reseñados en los cromos y hacerme un CD con una selección de temas de cada uno que culminase la proeza de completar la colección. Conseguí hacerme con una discoteca y adquirir unos conocimientos de los pioneros del blues bastante interesante pero, como sucede en los álbumes de cromos de los futbolistas, siempre te falta alguno y aún estoy buscando alguna grabación de Ed Bell que complete el asunto.

Entre tanto, la editorial La Martinière publicó en Francia un libro en el que se recopilan no sólo los héroes del blues sino otras ilustraciones que Crumb ha realizado con el mismo criterio para el Jazz y el Country. La publicación: “R. Crumb. Héros du Blues, du Jazz et de la Country” viene acompañada de un CD seleccionado por el dibujante en el que huelga deciros que tampoco aparece Ed Bell. Así que recurro a la comunidad de viciosos de la música: ¡Si alguno de vosotros pudiera ayudarme! Gracias.

jueves, 13 de enero de 2011

POR CIERTO...

Por cierto, qué bueno Ben L'Oncle Soul. Es la prueba evidente, y te envidio por ello, de que, en Francia, la crecaión sigue viva y de que la diversidad cultural es el mejor caldo de cultivo para la creación.
No cabe duda de que el "Tío Soul" es bueno. Tanto como para que nada menos que la Tamla Motown haya sido la discográfica que apadrina su lanzamiento mundial.
Aquí no ha llegado más que a través de las webs y me llenó de satisfacción escuchar su música en la radio española, de la mano de un amigo común que, además de otras cosas, ha demostrado siempre que tiene buen gusto a la hora de escoger la música de su programa. Después de abrazar la fe verdadera, a nuestro amigo ya sólo le falta emprender la cruzada evangelizadora, poniendo nombres y apellidos a la buena música que programa.
Pero hablábamos del jovencísimo Tío Soul y aprovecho para defender esta música que ahora vuelve y que tiene un grave inconveniente para quien la escucha: después de oírla con una cierta asiduidad, se afina tanto el oído que ya no cuela casi ninguna otra.
Sin embargo, el soul no ha tenido, al menos en España, la suerte que merece, Y eso a pesar de que hemos contado con buenos intérpretes. Por ejempo, Canarios, uno de los mejores grupos de tedos los tiempos, con un Teddy Bautista insuperable como vocalista.



Hemos tenido otros muchos ejemplos, alguno relativamente reciente, que, sin embargo, no han tenido el apoyo que merecían de las discográficas. Uno de ellos era "una muchachita de Valladolid" que, acompañada de su "extraña familia" se hacía llamar Greta y los Garbo y versionaba así "The happening" de Diana Ross & The Supremes



Ahora vuelve el soul y el ejemplo más claro lo fue Amy Winehouse que, al margen de enfermedades y excentricidades, era, y espero que lo siga sienso, única.
No debe opinar lo mismo la italiana Nina Zilli - o quienes administran su carrera- que, después de un éxitoso debut que llevó su "50mila" a la banda sonora de un video juego y que, después de haber estudiado canto y haber vivido en los Estados Unidos, pretende concertirse, de la mano de la MTV, el Festival de San Remo y la Sony en un clon de la pobre Amy.



Tengo otro por ciero, dedicado esta vez a tu diva escondida, esa que, como en "Cantando bajo la lluvia", prestaba su voz a las estrellas de Hollywood. La protagonista de este segundo "por cierto" se llamaba Hadad Brooks y, después de ser durante muchos años, con su piano, una estrella del boogie, se dedicó durante un tiempo, no a doblar, sino a enseñar a cantar a las estrellas. Hadda sonaba así de bien, incluso un año de su muerte y con humos para quejarse de que el vaso que habían puesto junto al piano contuviese sólo agua. Genio y figura...

miércoles, 12 de enero de 2011

UN GATO Y UN BANJO

No todo el mundo sabe que Robert Crumb, el padre del gato Fritz, el gato más golfo de cuantos ha dado el cómic, y mira que los ha dado, tiene en la música una de sus grandes pasiones. Una pasión que Crumb, sin la parafernalia que rodea a Woody Allen y su clarinete, lleva décadas alimentando en conciertos y en discos.
Crumb, hijo de un militar creció en una familia conservadora y católica, lo que, de alguna manera le ayudaría a ser quien ha llegado a ser. La rigidez de los principios familiares le llevaría a situarse justo en el lado opuesto, mientras que la disciplina cuartelera que le impuso su hermano mayor, que le obligaba a dibujar incansablemente, le dio la técnica y el oficio que le permitirían ganarse la vida de aquella manera y para los restos.
Crumb, nacido en Filadelfia -hay una hermosa canción que dice con sorna que los lápices viene de Pensilvania- se pasó parte de su juventud dibujando esas horribles tarjetas de felicitación que venden en los VIP, hasta que decidió emigrar a San Francisco para sumergirse en el todavía balbuceante underground.
Fue allí donde, repitiendo experiencias de su infancia y adolescencia comenzó a dibujar fanzines y donde, en 1968, nació su Zap Comix, considerada el acta fundacional del cómic underground mundial. En los años siguientes, amén de dar cobijo en sus páginas a nuevos creadores y "trajo al mundo" a alguno de sus personajes más famosos, entre ellos Mr. Natural y el Gato Fritz, tan enemigos del adocenamiento social como la sociedad lo acabará siendo de ellos.
En los años siguientes, quizá a su pesar, él y sus personajes alcanzaron popularidad, hasta el punto de que Fritz llegó a las pantallas de cine, convirtiéndose en el protagonista de la primera película de dibujos animados clasificada X.
Pero todo cansa y más a quien, como Crumb, es dueño de una personalidad atormentada y de una timidez de proporciones bíblicas.
Quizá por eso decidió matar a Fritz y lo hizo de la forma más sofisticada que se le ocurrió: le mató una mujer avestruz, destrozándole el cráneo con el pico. Antes había dejado alguna obra maestra, como la portada del álbum de Janis Joplin y The Holding Company, digna de compararse con algún trabajo paralelo de Andy Warhol. También había rechazado encargos similares, nada menos que de sus satánicas majestades los Rolling Stones. Pero, como digo, todo aquel bullicio pesaba mucho en él y decidió irse a vivir con su segunda esposa a una apartada granja.
Pero lo que ha traído a este blog a Robert Crumb no son sus personajes, sino él mismo, en su faceta más musical, porque, aunque no tan conocida como su faceta como dibujante, sí es verdad que, al banjo o a la mandolina siempre ha formado parte de grupos que se mueven entre el rag time y el folk, cuando no en la más  rancia tradición de la "vals musette". Es el caso de sus colaboraciones con "Les Primitifs du futur", para los que no sólo ha tocado el banjo, sino que, además, ha dibujado y dibuja las portedas. Fue precisamente por una de esas portadas como llegué a ellos.





Les Primitifs du futur, ahora que Crub ha dejado Francia han seguido con su intersenate y decadente sonido. También lo ha hecho Crumb, que últimamente aparece con la East River String Band. Por si hay dudas, el padre del Gato Fritz es el tímido personaje que toca la mandolina debajo de una gorra y detrás de su barba



Sin embargo, el verdadero grupo de Crumb son los Cheap Suit Serenaders, con los que ha grabado varios álbumes, muy centrados en el rag, con los que comenzó a tocar durante sus años de retiro en los Estados Unidos, alla a mediados de los ochenta.  y que suenan así.



Y así en uno de sus álbumes más difundidos, en el que Crumb ha retratado a sus compañeros y a sí msmo, claro, con su banjo.



Y, como parece que lo último que querría Crumb en este mundo sería dejar de sorprendernos, hace dos años dio la campanada, metafóricamente hablando, de atreverse nada menos que con la Biblia, ilustrando el Génesis.
Conocuendo el amor de Crumb por la libertad,  era lógico esperar el rechazo y su visión de la Biblia ha sido acusada de ser demasiado explícita en el sexo y demasiado volente, como si la propia Biblia no lo fuese. Y menos mal queel guióin  no era suyo.