jueves, 13 de enero de 2011

POR CIERTO...

Por cierto, qué bueno Ben L'Oncle Soul. Es la prueba evidente, y te envidio por ello, de que, en Francia, la crecaión sigue viva y de que la diversidad cultural es el mejor caldo de cultivo para la creación.
No cabe duda de que el "Tío Soul" es bueno. Tanto como para que nada menos que la Tamla Motown haya sido la discográfica que apadrina su lanzamiento mundial.
Aquí no ha llegado más que a través de las webs y me llenó de satisfacción escuchar su música en la radio española, de la mano de un amigo común que, además de otras cosas, ha demostrado siempre que tiene buen gusto a la hora de escoger la música de su programa. Después de abrazar la fe verdadera, a nuestro amigo ya sólo le falta emprender la cruzada evangelizadora, poniendo nombres y apellidos a la buena música que programa.
Pero hablábamos del jovencísimo Tío Soul y aprovecho para defender esta música que ahora vuelve y que tiene un grave inconveniente para quien la escucha: después de oírla con una cierta asiduidad, se afina tanto el oído que ya no cuela casi ninguna otra.
Sin embargo, el soul no ha tenido, al menos en España, la suerte que merece, Y eso a pesar de que hemos contado con buenos intérpretes. Por ejempo, Canarios, uno de los mejores grupos de tedos los tiempos, con un Teddy Bautista insuperable como vocalista.



Hemos tenido otros muchos ejemplos, alguno relativamente reciente, que, sin embargo, no han tenido el apoyo que merecían de las discográficas. Uno de ellos era "una muchachita de Valladolid" que, acompañada de su "extraña familia" se hacía llamar Greta y los Garbo y versionaba así "The happening" de Diana Ross & The Supremes



Ahora vuelve el soul y el ejemplo más claro lo fue Amy Winehouse que, al margen de enfermedades y excentricidades, era, y espero que lo siga sienso, única.
No debe opinar lo mismo la italiana Nina Zilli - o quienes administran su carrera- que, después de un éxitoso debut que llevó su "50mila" a la banda sonora de un video juego y que, después de haber estudiado canto y haber vivido en los Estados Unidos, pretende concertirse, de la mano de la MTV, el Festival de San Remo y la Sony en un clon de la pobre Amy.



Tengo otro por ciero, dedicado esta vez a tu diva escondida, esa que, como en "Cantando bajo la lluvia", prestaba su voz a las estrellas de Hollywood. La protagonista de este segundo "por cierto" se llamaba Hadad Brooks y, después de ser durante muchos años, con su piano, una estrella del boogie, se dedicó durante un tiempo, no a doblar, sino a enseñar a cantar a las estrellas. Hadda sonaba así de bien, incluso un año de su muerte y con humos para quejarse de que el vaso que habían puesto junto al piano contuviese sólo agua. Genio y figura...

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