miércoles, 3 de noviembre de 2010

POR CIERTO...






















No es una voz nueva, al menos tan nueva, pero sí lo es para mí. Nada sabía de ella, hasta que, picoteando en iTunes pinche su nuevo disco, "Beautiful imperfection", y me quedé colgado con su soul acústico y dulce. Se llama Asa y es nigeriana, aunque nació en París. Creo que merece la pena escucharla.



La historia de Asa, nacida Bukola Elemide en 1982, recuerda un poco al cuento del "patito feo". Única chica entre varios hermanos de una familia nigeriana acomodada, estuvo internada en un exclusivo colegio y fue a su regreso a casa cuando descubrió la música y se dispuso a seguir los pasos de sus ídolos: Angelique Kidjo, Femi Kuti, Lauryn Hill, etc.. Pero como no siempre  los deseos coinciden con la realidad, a esa etapa de éxtasis musical le siguió el tiempo gris y frstrante de la universidad, con huelgas y decepciones, entre otras la de ser rechazada para el coro, una de sus mayores ilusiones. Así que tuvo que resignarse a cantar en la soledad de su habitación.
A Asha le ocurrió como a tantas voces de nuestra dura posguerra que encontraron su oportunidad en un concurso de la radio, en el que obtuvo su primer reconocimiento, ese que le dio fuerzas suficientes para matricularse en secreto en una prestigiosa escuela de músiuca. Allí consiguió dominar la guitarra en apenas seis meses. Eso y, naturalmente, los discos que había por casa, clásicos del soul y de la música africana, conformaron su estilo. Este maravilloso estilo.



La verdad es que, de vez en cuando, aunque muy de vez en cuando, encuentras voces y maneras que te ayudan a reconciliarte con esa maravillosa forma de expresión que es la música- Sin duda Asa nos brinda una de esas oportunidades.

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