...lo único que puedo recordar de Bettye LaVette es que me echaron en compañía de unos amigos del local en el que cantaba -el Club Lionel Hampton del Hotel Meridien de París-porque estábamos fumando -puros- y hablábamos alto. En aquella época, no estaba prohibido fumar en los lugares públicos y siempre he considerado que los clubes de jazz -los auténticos- son sitios donde el artista interpreta sus temas en medio de un murmullo ambiente. Hay incluso un disco del bajista Charlie Haden con el pianista Kenny Barron grabado en directo en el club The Iridium
de Nueva York: "Night & The City" -uno de los mejores discos de jazz de todos los tiempos- en el que se puede oir el ruido de los cubiertos mientras el público cena. Precisamente, ese es uno de los puntos. En cualquier caso, ¡soy un impresentable y lo asumo!
También me ha interesado mucho el comentario de Antonio porque tenía yo ganas de hincarle el diente a Benjamin Biolay y no sabía cómo. De este "nuevo Gainsbourg", la prensa francesa dice que su último disco -"La Superbe"- es tan bueno que se pasa. A mi -¡qué al final me va a acabar gustando la chançon!- me parece que, en efecto, es un disco muy bueno, muy bien arreglado, y con unas letras que hablan de cosas de la pareja que si alguien tuviera las agallas de publicar en España, donde el amor es siempre magnífico o trágico -casi nadie habla del devenir intermedio: la monotonía del día a día-, otro gallo nos cantaría. Hay que escuchar la "Brandt Rhapsodie"(teniendo en cuenta que Brandt es una marca de electrodomésticos). No la encuentro en internet y aquí dejo "La Superbe" ...
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