jueves, 10 de diciembre de 2009

EL TALENTO DE MR. MARTYN



Revisando el otro día "El talento de Mr. Ripley",  esa preciosidad de Anthony Minghella que entraña el riesgo de enamorarse de Italia y del jazz, disfruté una vez más de su espléndida banda sonora y en especial de la desconsolada versión de "You don't know what love is" que hizo mi llorado John Martyn, diez años antes de su muerte. Una maravilla hecha de sensibilidad y buen gusto, con el acompañamiento del quinteto de Guy Barker, que espero que sepáis aislar de las imágenes que la acompañan.



Fue allá por 1975 cuando, gracias a un amigo, supe de John Martyn. Y me enamoré perdidamente de esa voz difícil que, sin embargo, acacriciaba las palabras, lo mismo que de esa guitarra increíble encajada en unos delicados arreglos que trasladaban a la vanguardia los temas folk escritos por Martyn.
John Martyn había nacido en la deprimida Inglaterra de posguerra y con apenas 19 años firmó con una discográfica, Island, que entonces empezaba y que acabaría siendo fundamental en el desarrollo de la música británica.
Con veinte años se casó con Beverly, con quieen grabó dos álbumes, hasta que la discográfica le impuso la disolución del dúo, para seguir su carrera en solitario. Ese matrimonio sería fundamental, para bien y para mal, en la vida y la música de John Martyn, porque la vida pasaba por su música, incluso en momentos trágicos como lo fue la muerte de su amigo, el genial y depresivo Nick Drake, al que había desicado uno de sus mejores temas: "Solid Air".



La vida volvería a pasarle por encima a John Martyn cuando, en 1979, se divorció de Beverly, entrando en una espiral de alcohol, drogas y depresión en medio de la cual escribió, "Grace & Danger", uno de sus mejores álbumes, pero tan triste que Island no se atrevió a lanzarlo hasta un año después de terminado, por considerar que inducía a la depresión. Y es que John, desgarrado como estaba, clamaba por la vuelta de la que había sido su esposa, pero también era capaz de escribir la que, sin duda, ha sido su mejor canción: "Sweet little Mystery"




A Martyn, demasiado sensible y entregado de un modo suicida al alcohol, nunca le faltaron los amigos, en especial uno, Phil Collins, que en más de una ocasión tiró de él cuando se hundía en el pozo, para ponerle a flote, produciéndole un disco y colaborando en más de una ocasión.
Pero los excesos y un accidente acabaron minando su salud y cumplió los sesenta descomunalmente obeso y con amputaciones a causa de la diabetes.
Pese a todo, el mago de la música y la poesía que fue siguió creando, cantando y tocando desde su silla de ruedas, arropado por su inseparanle Danny Thompson y otros amigos.
Casi en sus últimos días seguía apareciendo en público y demostrando no quien había sido, sino quien siguió siendo hasta que nos dejó en enero de 2009. 
La BBC2 repasaba su carrera y su personalidad, recordándole en una de sus últimas entrevistas, hablando del dolor y la tristeza y recordando su doloroso divorcio, sobre una interpretación de Hurt in your heart, de aquel triste y mágico "Grace & Danger" que grabó tras separarse de Beverly.



Descanse en paz y que su música nos acompañe siempre.

1 comentario:

  1. No tengo ningún disco de John Martyn (algo que voy a corregir después de leer tu artículo) pero sí le recuerdo de la banda sonora de El talento de Mr. Ripley y de algunas recopilaciones de Café del Mar. Por ejemplo recuerdo un temazo titulado Glory Box que era una delicia, con unos acordes de guitarra que resultaban mágicos. Lo apunto en mi libreta y buscaré cosas suyas.

    Antonio

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